- Los fumadores tenían casi el doble de probabilidades de desarrollar sibilancias que los vapeadores. El riesgo de síntomas respiratorios aumentaba bruscamente según el número de cigarrillos fumados al día.
- El uso exclusivo de vapeadores parece sustancialmente menos perjudicial que fumar, con niveles de riesgo cercanos a los de los nunca usuarios.
- Los ex fumadores que se pasaron a los vapes y dejaron de fumar hace más de seis años registraron tasas de sibilancias similares a los que nunca fumaron, lo que sugiere una posible recuperación con el tiempo.
- Los hallazgos refuerzan la evidencia global de que cambiar completamente al vapeo puede reducir los riesgos respiratorios mientras se mantiene el consumo de nicotina.
Un importante estudio ha descubierto que los fumadores de cigarrillos presentan el mayor riesgo de sibilancias, mientras que los usuarios exclusivos de vape no muestran diferencias significativas en comparación con las personas que nunca han fumado o vapeado.
El estudio, publicado en la revista Harm Reduction Journal, fue dirigido por investigadores del respetado Centro de Excelencia para la Aceleración de la Reducción de Daños (CoEHAR) de la Universidad de Catania (Italia).
Se trata de uno de los primeros estudios de cohortes europeos a gran escala que demuestra que los consumidores exclusivos de vape no tienen probabilidades significativamente mayores de padecer sibilancias que las personas que nunca han fumado o vapeado. Añade peso a un creciente corpus de investigación sobre la reducción de daños anteriormente dominado por los datos estadounidenses.
Los investigadores analizaron los datos de más de 9.000 adultos escoceses mayores de 16 años que participaron en la Encuesta de Salud Escocesa 2017-2019. Examinaron las tasas de sibilancias autodeclaradas entre fumadores exclusivos de cigarrillos, usuarios exclusivos de vapeadores y nunca usuarios de productos de nicotina.
Descubrieron que los fumadores tenían casi el doble de probabilidades de sufrir sibilancias que los vapeadores, y que el riesgo aumentaba considerablemente con el número de cigarrillos fumados al día. En comparación con los usuarios exclusivos de vapeadores, los fumadores exclusivos de cigarrillos tenían 1,8 veces más probabilidades de padecer sibilancias.
En cambio, el uso exclusivo de vapeadores no se asoció a una mayor probabilidad de sibilancias en comparación con los no usuarios, lo que sugiere que el vapeo -aunque no está exento de riesgos- puede suponer un daño respiratorio mucho menor que el tabaquismo continuado.
El coautor, el profesor Riccardo Polosa, fundador y director del CoEHAR, declaró:
«Los hallazgos refuerzan que, aunque la abstinencia sigue siendo la opción más segura, cambiar de cigarrillos a vapear puede reducir sustancialmente los daños respiratorios, un mensaje con importantes implicaciones para el control del tabaco y la política de salud pública.»
Un claro patrón dosis-respuesta
El estudio reveló una fuerte relación dosis-respuesta entre la intensidad del tabaquismo y los síntomas respiratorios. Los fumadores ligeros (menos de diez cigarrillos al día) sólo mostraron un pequeño aumento, no significativo, de las sibilancias, en comparación con los vapers.
Pero el riesgo aumentaba notablemente entre los fumadores moderados (10-19 cigarrillos diarios), que tenían 1,85 veces más probabilidades de tener sibilancias, y entre los fumadores empedernidos (20 o más cigarrillos), que tenían probabilidades más del doble.
Las probabilidades previstas seguían la misma tendencia: en comparación con los vapers, la probabilidad de sibilancias era alrededor de un 7% mayor para los fumadores moderados y un 10% mayor para los fumadores empedernidos, pero no difería significativamente de los fumadores ligeros o los que nunca habían fumado.
Signos de recuperación
La investigación también sugiere que la recuperación de las vías respiratorias puede producirse con el tiempo tras dejar de fumar, incluso cuando los individuos siguen vapeando.
Los ex fumadores que se habían pasado exclusivamente a los vapes y habían dejado el tabaco de combustión más de seis años antes presentaron tasas de sibilancias comparables a las de los que nunca habían fumado.
Esto, sugieren los autores, puede reflejar la capacidad del organismo para reparar el daño de las vías respiratorias una vez que cesa la exposición a la combustión. El humo de los cigarrillos contiene una compleja mezcla de más de 7.000 sustancias químicas, como alquitrán, monóxido de carbono y carcinógenos que dañan los tejidos de las vías respiratorias y desencadenan una inflamación crónica.
Mientras tanto, los aerosoles del vape contienen muchos menos componentes y menos tóxicos, principalmente nicotina, propilenglicol, glicerina vegetal y aromas.
Diferencia entre nicotina y humo
El equipo del CoEHAR afirma que sus hallazgos subrayan la importancia de distinguir entre nicotina y humo al evaluar el riesgo respiratorio.
Los resultados «respaldan la opinión de que el daño respiratorio del tabaco combustible es más pronunciado» y que pasarse al vapeo «puede ofrecer beneficios respiratorios tangibles a las personas que no pueden o no quieren dejar la nicotina por completo.»
Aunque algunos nuevos vapeadores pueden experimentar irritación leve o tos durante las primeras semanas del cambio, estos efectos «suelen remitir a medida que los usuarios desarrollan tolerancia», señalaron los autores, y no son indicativos de daños duraderos.
La investigación se suma al creciente consenso internacional de que los vaporizadores pueden desempeñar un papel positivo en la reducción de daños, ayudando a los fumadores a reducir sus riesgos para la salud aunque no estén preparados o no puedan dejar la nicotina por completo.
Implicaciones para la política
Los resultados llegan en medio de un debate en curso sobre el papel del vapeo en la salud pública. Los organismos reguladores del Reino Unido y Europa han respaldado cada vez más el vapeo como alternativa menos nociva al tabaquismo, al tiempo que piden restricciones más estrictas para evitar el consumo entre los jóvenes.
Polosa afirmó que los resultados podrían ayudar a configurar estrategias de control del tabaco más equilibradas. Dijo: «Cambiar los cigarrillos por el vapeo puede reducir sustancialmente los daños respiratorios».
