La Administración de Alimentos y Medicamentos ha propuesto una norma para limitar la nicotina de los cigarrillos a niveles no adictivos seis años después de que dijera por primera vez que tenía intención de hacerlo y cinco días antes de que el presidente Biden deje el cargo.
La FDA ha propuesto una norma que limitaría el contenido de nicotina de los cigarrillos a 0,7 miligramos por gramo de tabaco, un nivel tan bajo que se cree que a los fumadores no les afectan sus propiedades adictivas. El límite se aplicaría dos años después de que se confirme la propuesta, si es que se confirma.
La aplicación de la norma corresponderá ahora a la administración Trump, lo que lleva a muchos a especular con que la norma está diseñada para poner al nuevo Presidente en una situación difícil cuando llegue al poder. Altria y Reynolds -las dos mayores tabacaleras de Estados Unidos- han donado 1,5 millones de dólares al fondo de investidura de Trump.
«La propuesta de hoy imagina un futuro en el que sería menos probable que los jóvenes consumieran cigarrillos y más personas que actualmente fuman podrían dejar de fumar o cambiar a productos menos nocivos», afirmó el Comisario de la FDA, Robert Califf.
La FDA afirma que la política llevará a 12,9 millones de estadounidenses a dejar de fumar en un año, y a más de 19 millones en cinco años.
Pero muchos en Washington se mostraron más escépticos. Lindsey Stroud, investigadora principal de la Alianza para la Protección de los Contribuyentes, advirtió de que los únicos ganadores reales serían la delincuencia organizada.
«El planteamiento de la FDA no sólo pone en peligro a los consumidores que buscan lo que antes era un producto legal, sino que también amenaza los presupuestos estatales, ya en dificultades, que dependen de los ingresos procedentes de los impuestos especiales estatales sobre los productos del tabaco regulados».
Los 12,9 millones que la FDA afirma que dejarán de fumar en el primer año incluyen a los que cambiarán a productos de nicotina más seguros. Pero, como señala Stroud, la FDA no se ha mostrado precisamente comunicativa a la hora de aprobarlos, lo que significa que la mayoría permanecen en el limbo legal.
«Resulta profundamente irónico que la FDA haya optado por prohibir de hecho los más de 660 productos de cigarrillos combustibles que autorizó en 2023, al tiempo que deniega cientos de solicitudes de alternativas más seguras a los cigarrillos», afirmó.
La propuesta de la FDA estará abierta a comentarios públicos hasta septiembre. La agencia está interesada específicamente en qué productos deben estar cubiertos, el límite propuesto para el nivel de nicotina, la fecha de entrada en vigor propuesta de dos años y el potencial de comercio ilícito.
