Skip Murray abrió una tienda de vapeo con su hijo en Minnesota en 2015, que se vio obligada a cerrar debido a las cada vez más onerosas regulaciones de la FDA, la pandemia y el escándalo de desinformación de EVALI. Desde entonces, se ha convertido en una incansable defensora de productos de nicotina más seguros, enfocándose en comunidades desfavorecidas y usuarios neurodiversos de nicotina. Ella tuitea en @imaracingmom y escribe un boletín semanal.
Gran parte de tu trabajo de defensa se centra en el uso de nicotina en poblaciones neurodiversas y has sido muy abierta en Twitter sobre por qué crees que existe un vínculo tan fuerte entre el uso de nicotina y la neurodiversidad. Cuéntanos sobre eso.
Como muchas mujeres o niñas, no fui diagnosticada en la niñez. En 2020, en realidad sufrí un episodio depresivo mayor y me volví suicida; me diagnosticaron depresión y ansiedad; todo eso estaba relacionado con años de abuso y trauma más los problemas que sucedieron en nuestro negocio de tienda de vapeo. Y mientras trabajaba con la terapeuta, ella dijo: "Aquí hay mucho más". Así que pasé por muchas pruebas y un par de meses después me diagnosticaron autismo y TDAH. Desde que hice pública mi diagnosis, muchas personas que fuman o vapean me han compartido que también viven con depresión o alguna forma de neurodiversidad.
¿Crees que tu cerebro está cableado de manera diferente?
¡Totalmente! Personalmente, tengo muchos problemas sensoriales. Tengo un cerebro hiperactivo. Así que tengo problemas para dormir porque no puedo dejar de pensar. Me hiperconcentro en ciertos temas y es todo lo que quiero leer o hablar. Es todo lo que hago. No hay separación entre trabajo y recreación.
¿Cómo se relaciona todo esto con tu relación con la nicotina?
De niña, era única o diferente o rara, como quieras describirlo. Me acosaban mucho de niña y no tenía muchos amigos. Tenía un padre muy abusivo, pero mi abuelo fue quien me salvó de todas las cosas feas de la vida. Simplemente pensaba el mundo de él. Y como la mayoría de las personas en mi familia, él fumaba.
Muchos jóvenes comienzan a fumar porque tienen curiosidad o por presión de grupo y siendo fiel a ser diferente a los demás. Robé uno de los cigarrillos de mi abuelo cuando tenía diez años y fui detrás del granero y tuve mi primera fumada porque quería ser como él. Simplemente lo admiraba, respetaba y amaba mucho.
Muchas personas comparten conmigo que su primer cigarrillo fue asqueroso y les hizo toser, pero siguieron intentando fumar de todos modos. En segundos, ese primer cigarrillo para mí me hizo sentir más tranquila y clara y la niebla desapareció. Ese día es cuando comencé a fumar. Fumé hasta 2014 cuando comencé a vapear.
Háblanos de cómo encontraste el vapeo, cómo lograste dejar de fumar a pesar de que era casi terapéutico para ti.
Intenté todos los métodos conocidos por el hombre para dejar de fumar. Y un par de veces logré dejar de fumar por un corto período de tiempo, pero nunca logré mantenerme sin fumar. Así que prácticamente decidí que era imposible para mí dejar de fumar, y estaba cansada de fallar. Es realmente dañino para la autoestima de una persona fallar tanto.
Luego, en 2014, mi hijo de 29 años tuvo un ataque al corazón. Casi lo perdimos. Le pusieron stents en el corazón y le salvaron la vida. Y el doctor le dijo que si quería ver crecer a su hija, tenía que dejar de fumar. Así que compró un vapeador. Nunca había oído hablar del vapeo hasta que él compró uno.
Le tomó dos semanas dejar de fumar. En ese momento estaba desempleado y dijo: "Mamá, esto realmente funciona. Y está ayudando a mucha gente. Y deberíamos ayudar a la gente".
Así que vendió su televisor, su estéreo y su camioneta y todo lo que pudo. Recaudó $5,000 y abrió una tienda de vapeo. Lo ayudé en la tienda todo el tiempo y me escapaba por la puerta trasera para fumar mis cigarrillos. Él toleró eso por un par de semanas pero eventualmente dijo que no podía fumar en la tienda. Me dio mi primer vapeador y fue una transición natural. Comencé a vapear más de lo que fumaba. Y luego guardé mis cigarrillos. Fue alrededor del 1 de marzo de 2015, y no podía recordar la última vez que había fumado un cigarrillo.
Y, ya sabes, terminamos ayudando a tres generaciones en nuestra familia a dejar de fumar. Después de que mi hijo y yo dejamos de fumar, el resto de nuestra familia dejó de fumar y ahora mis dos bisnietos son la primera generación en mi familia que crece en un hogar libre de humo. Su futuro es diferente al que tuvimos. Ya estamos viendo menos infecciones de oído, menos bronquitis, menos resfriados. Cuando creces con el tabaquismo, no te das cuenta del efecto que el humo de segunda mano tiene en los niños pequeños. Estoy realmente orgullosa de que ahora somos una familia libre de humo.
¿Qué le pasó al negocio?
En el otoño de 2018, me hice cargo de la tienda y la mudé a una ubicación diferente. Absolutamente me encantaba estar en la tienda de vapeo. Ya sea que él la poseyera o yo, no importaba. Ayudamos a mucha gente. Siempre mantuvimos la tienda en la parte de la ciudad donde las personas tienen ingresos mucho más bajos y tasas más altas de tabaquismo. Y ayudamos a muchas personas mayores, veteranos, personas neurodiversas, personas de bajos ingresos. Fue algo muy gratificante.
Pero luego llegó la crisis de EVALI en 2019, donde la desinformación de agencias como el CDC atribuyó fallas pulmonares catastróficas al vapeo de nicotina, lo cual ahora sabemos que no es cierto —y francamente, la mayoría de las personas involucradas en la reducción de daños del tabaco en ese momento sabían que tampoco era cierto—. Luego, tuvimos que cerrar durante varias semanas en 2020 debido al COVID.
Y esos dos eventos, junto con la masiva desinformación compartida por los medios, nos mataron. Solía ser que ayudabas a alguien a dejar de fumar todos los días y luego una vez a la semana. Y luego era como un milagro si una persona al mes entraba para dejar de fumar. También nos especializamos en ayudar a las personas que querían dejar de fumar y luego dejar de vapear a lograr ese objetivo, lo que supongo que algunos dirían que no es un buen plan de negocios porque, eventualmente, estás perdiendo clientes. Pero nunca se ha tratado del dinero para nosotros. Se ha tratado de ayudar a las personas a lograr lo que quieren lograr.
Así que para cuando cerré a finales de 2021, tenía más de un 60% de caída en las ventas y tenía suerte si ingresaba suficiente dinero para pagar el alquiler y los servicios públicos. A veces tenía que comprar productos con mis fondos personales de mi trabajo nocturno. Así que ahí fue cuando tomé la decisión de cerrar las puertas. Ha sido difícil. Realmente extraño ayudar a la gente. Y como una persona autista que generalmente no le gusta tratar con el público y preferiría estar en mi propio rincón, me encantaba ver a las personas cara a cara y ver la alegría cuando dejaban de fumar con éxito y luego verlos volverse más saludables y más activos.
Entonces, ¿por qué estamos hablando ahora? Te has transformado en una defensora a tiempo completo y sin embargo también estás trabajando en hogares grupales para llegar a fin de mes. Podrías muy fácilmente haber dicho, mira, ya terminé con esto.
Tienes que decidir cuáles son tus metas. Y desde el primer día, mi meta fue poner fin al dolor y al sufrimiento que he experimentado. Casi todas las personas importantes para mí en mi vida han muerto por fumar. Fumar me quitó a mi abuelo, mi madre, mi tío; casi nos ha quitado a mi hijo dos veces.
Me deprimí mucho cuando cerré mi tienda. Y algunas personas muy sabias dijeron: todavía puedes ayudar a la gente. Solo tienes que encontrar una manera diferente de hacerlo. Siempre he estado involucrada en la defensa. Mi hijo tiene dificultades de aprendizaje, así que cuando se trataba de testificar ante las autoridades locales, escribir cartas, lo que sea, lo ayudaba a hacer eso.
Estuve con la Alianza de Protección de los Contribuyentes durante casi dos años como investigadora, hice mis propios artículos de opinión y algunas presentaciones públicas; todo lo cual continúo haciendo ahora que estoy por mi cuenta. Y tengo un boletín semanal que mantiene a la gente al día sobre los asuntos de reducción de daños del tabaco (Nota: suscríbase al boletín de Skip aquí). Sigo viviendo según mi objetivo original, que es ayudar a las personas que fuman, y antes de morir, realmente, realmente quiero centrarme en ayudar a las personas que no tienen suficiente comida o un hogar. Pero primero tenemos que arreglar el problema de la desinformación sobre la reducción de daños del tabaco. Sabes, hay millones de personas muriendo innecesariamente, y merecen algo mejor que eso.
¿Sientes ira hacia esas personas que difunden los tipos de desinformación que cerraron tu tienda: supuestas figuras de salud pública cuyas acciones están impidiendo que las personas se beneficien de una nicotina más segura como tú y tu familia lo hicieron? ¿Cómo evitas volverte completamente cínica por todo esto?
Solía sentir mucha ira. Ahora trato muy duro de escuchar lo que dicen y tratar de averiguar de dónde vienen y tratar de ponerme en sus zapatos. Algunas personas han sido consumidas en exceso por un pánico moral. Pero creo que debería haber mejores formas de equilibrar la conversación y trabajar tanto en la prevención como en el cese al mismo tiempo. Y realmente espero que lleguemos allí pronto.
Sufrí mucho trauma en mi vida y no fue justo. Tener que cerrar mi tienda tampoco fue justo. Durante mucho tiempo dejé que esa ira consumiera mi alma, y dejé que el miedo se comiera lo que quedaba de mi alma. Y fue entonces cuando se volvió ventajoso identificar cuál es mi meta y asegurarme de ceñirme a ella. Quiero ayudar a las personas que fuman tabaco. Quiero poner fin a la muerte y la enfermedad.
Creo que demasiada conversación se centra en ganadores y perdedores, y quienes podrían ser los ganadores y perdedores están mal identificados porque los únicos ganadores son las personas que nunca fuman o pueden dejar de fumar. Y los únicos perdedores son las personas que se enferman y mueren por fumar y sus familias. Toda la guerra cultural solo hace que las personas sientan que sus vidas no importan y que a nadie le importa si los ayudamos o no. Y eso no está bien.
