La Alianza Nórdica de Bolsitas de Nicotina (NNPA, por sus siglas en inglés) ha criticado la prohibición general de las bolsitas de nicotina propuesta por el gobierno francés, advirtiendo de que tal medida socavaría los esfuerzos de reducción de daños, violaría los principios de la UE y supondría un importante revés para la salud pública.
En su respuesta formal presentada a través del procedimiento TRIS de la Comisión Europea, la NNPA, con sede en Bruselas, calificó el proyecto de decreto de «profundamente equivocado y contraproducente», argumentando que no tiene en cuenta las elevadas tasas de tabaquismo de Francia ni los beneficios probados para la salud pública de las alternativas a la nicotina menos nocivas.
Actualmente, más del 31% de los adultos franceses consumen tabaco, y más del 23% fuma a diario, una de las tasas más elevadas de Europa Occidental. La NNPA sostiene que prohibir los productos de nicotina oral eliminaría una de las pocas opciones viables de menor riesgo para quienes no pueden o no quieren dejar la nicotina por completo, y podría hacer que muchos volvieran al tabaco combustible.
«Las bolsitas de nicotina se encuentran entre las formas menos nocivas de administración de nicotina», declaró la Alianza. «No contienen tabaco, ni combustión, ni sustancias cancerígenas. Su perfil de riesgo está a la par con el de los productos medicinales de nicotina, como los chicles o los parches.»
La propuesta francesa prohibiría la fabricación, la venta, la importación, la exportación, la posesión y el uso de bolsas de nicotina, incluso por parte de ciudadanos particulares, con lo que se eliminaría esta categoría del mercado francés. Según la NNPA, este planteamiento contrasta fuertemente con la regulación emergente en toda la UE, donde varios Estados miembros -incluidos Suecia, Finlandia y la República Checa- han introducido marcos equilibrados que regulan el contenido, el acceso y la comercialización de las bolsas de nicotina.
La NNPA también invocó el artículo 34 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), que protege la libre circulación de mercancías en el mercado único. Una prohibición total, argumenta, equivale a una barrera comercial injustificada, sobre todo teniendo en cuenta que las bolsas de nicotina son legales y están reguladas en 25 Estados miembros de la UE y las utilizan más de 1,4 millones de ciudadanos.
En su reciente dictamen, el propio Consejo de Estado francés expresó su preocupación por el decreto propuesto, alegando falta de necesidad y proporcionalidad. El Consejo concluyó que no había recibido justificación suficiente del gobierno para determinar si la prohibición era adecuada o lícita.
En cambio, la Alianza aboga por una «regulación proporcionada», como restringir la venta a menores, colocar advertencias sanitarias en los envases, introducir topes al contenido de nicotina y limitar la distribución a los estancos autorizados. Estas medidas, afirma, preservarían los objetivos de salud pública, respetando al mismo tiempo la elección personal y las libertades económicas.
La postura de la NNPA coincide con las pruebas de Suecia, donde el acceso generalizado a los productos de riesgo reducido -incluidas las bolsitas de nicotina- ha dado lugar a la tasa de tabaquismo más baja de la UE (5,3%) y a unos niveles correspondientemente bajos de enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
«Los datos de Suecia demuestran que el acceso a alternativas no recluta a los jóvenes para el consumo de nicotina, sino que ayuda a los adultos a dejar de fumar».
La Alianza insta a las autoridades francesas y a la Comisión Europea a que reconsideren el proyecto de decreto y, en su lugar, apliquen políticas basadas en pruebas que apoyen la reducción de daños. «Una prohibición no protegerá la salud pública. Alejará a los fumadores de opciones más seguras y afianzará comportamientos de alto riesgo.»
