El máximo responsable de la Organización Mundial de la Salud está en el punto de mira tras declarar que «el tabaco mata independientemente de cómo esté empaquetado», una dramática declaración que, según los críticos, no sólo es errónea, sino peligrosamente engañosa.
Los expertos en salud y los defensores de la reducción de daños están horrorizados ante el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, por ignorar décadas de investigación que demuestran que no todos los productos del tabaco y la nicotina conllevan los mismos riesgos. La declaración se hizo en una presentación pregrabada en un seminario web para celebrar el «Día Mundial Sin Tabaco». La hemos visto para que no tengas que hacerlo tú.
Es una mala práctica de salud pública. Agrupar los cigarrillos con el vapeo y las bolsas de nicotina es como decir que la cerveza y el arsénico son igual de mortales porque ambos vienen en botellas.
Aunque nadie defiende a las grandes tabacaleras, los críticos afirman que la OMS está jugando a la ligera con los hechos, y podría estar costando vidas. Se ha demostrado que los cigarrillos electrónicos y otras alternativas sin humo son mucho menos nocivos que los cigarrillos tradicionales. Public Health England ha confirmado en repetidas ocasiones que vapear es alrededor de un 95% menos perjudicial que fumar. Sin embargo, la OMS sigue impulsando una narrativa única que trata a todos los productos de la misma manera, sin tener en cuenta los hechos.
Este tipo de mensaje perezoso y alarmista podría asustar a los fumadores y hacer que no se pasaran a alternativas más seguras. No sólo es engañoso: es temerario.
¿Lo más sorprendente? El planteamiento de la OMS va en contra de las estrategias de reducción de daños que han salvado vidas en otros ámbitos, desde los programas de agujas limpias hasta los sustitutos de los opiáceos. Pero en lo que respecta a la nicotina, se han quedado anclados en la mentalidad de la era de la prohibición, y siguen tratando a los fumadores como delincuentes en lugar de como pacientes que necesitan ayuda.
Y no te dejes engañar por el enfoque en el «envasado». Es sólo más escaparate burocrático, peleándose por colores y tipos de letra mientras millones mueren de enfermedades relacionadas con el tabaco. En lugar de demonizar todos los productos de nicotina, la OMS podría liderar la lucha para ayudar a los fumadores a dejar de fumar con herramientas respaldadas por la ciencia. En lugar de eso, eligen el miedo en lugar de los hechos.
En el mejor de los casos, es una chapuza. En el peor, cuesta vidas.
Si la OMS realmente quiere luchar contra el tabaquismo, quizá sea hora de dejar de gritar eslóganes y empezar a escuchar a la ciencia. Porque cuando se trata de nicotina, no todos los productos son iguales, y pretender que lo son podría ser la mentira más mortífera de todas.
