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Vaping Nan

Los vaporizadores son más eficaces que otras ayudas para dejar de fumar, según una revisión Cochrane histórica

  • Los vapes de nicotina ayudan a más personas a dejar de fumar que las terapias de sustitución de nicotina como los parches o los chicles
  • Las personas que utilizan vapes de nicotina también tienen más probabilidades de dejar de fumar que las que utilizan vapes sin nicotina o no utilizan ningún tipo de ayuda
  • Las tasas de efectos secundarios y acontecimientos adversos graves fueron similares en todos los grupos
  • Los investigadores no hallaron pruebas de que los vaporizadores de nicotina regulados produjeran daños graves, pero pidieron que se realizaran estudios a más largo plazo.

Una importante revisión científica ha descubierto que los vaporizadores que contienen nicotina son más eficaces para ayudar a las personas a dejar de fumar que los productos tradicionales de sustitución de la nicotina, como los parches, las pastillas o los chicles.

La revisión Cochrane actualizada, «Cigarrillos electrónicos para dejar de fumar», publicada el 24 de octubre de 2025, analizó 104 estudios con más de 30.000 participantes.

Los investigadores concluyeron que existen «pruebas de alta certeza de que las CE con nicotina aumentan las tasas de abandono en comparación con la TSN», y «pruebas de certeza moderada de que probablemente aumentan las tasas de abandono en comparación con las CE sin nicotina».

Los resultados forman parte de la «revisión sistemática viva» de Cochrane, un análisis continuamente actualizado diseñado para incorporar nuevos datos a medida que están disponibles. En esta última actualización se han añadido catorce nuevos estudios.

Pruebas más sólidas de que el vapeo ayuda a los fumadores a dejar de fumar

Según la revisión, las personas que utilizaban vaporizadores de nicotina tenían una probabilidad aproximadamente una vez y media mayor de dejar de fumar que las que utilizaban terapia de sustitución de nicotina. En términos prácticos, eso podría significar tres personas más que dejan de fumar por cada 100 personas que prueban el vapeo en lugar de la TSN.

Los autores también descubrieron que los vaporizadores de nicotina «probablemente aumentan las tasas de abandono del tabaco en comparación con los AE sin nicotina», y pueden ayudar a más personas a dejar de fumar que el apoyo conductual por sí solo o la ausencia total de tratamiento.

«Esta revisión proporciona las pruebas más fiables disponibles», escribieron los autores, señalando que las conclusiones se basan en datos de ensayos controlados aleatorios -el patrón oro de la investigación médica-, así como en estudios no aleatorios que mostraron tendencias similares.

No hay signos de daños graves

La revisión no encontró «pruebas de diferencias en los efectos adversos entre la AE con nicotina y sin nicotina, ni entre la AE con nicotina y la TSN». Los efectos secundarios leves más frecuentes incluían irritación de garganta o boca, tos, dolor de cabeza y náuseas, pero éstos «tendían a disiparse con el uso continuado de AE.»

Los acontecimientos adversos graves fueron poco frecuentes en todos los estudios. Los autores afirmaron que no había «pruebas suficientes para determinar si las tasas difieren entre grupos», pero añadieron que «no detectamos pruebas de daños graves por la AE de nicotina». Sin embargo, advirtieron que aún se necesitan estudios más largos y amplios para evaluar plenamente la seguridad a largo plazo.

La investigación sólo examinó los vaporizadores regulados que contenían nicotina, no los dispositivos ilícitos o modificados. «Los productos ilícitos y/o los que contienen otras sustancias activas (por ejemplo, tetrahidrocannabinol (THC)) pueden tener perfiles de daños diferentes», advirtieron los autores.

Limitaciones y próximos pasos

Aunque las pruebas de eficacia son sólidas, los autores reconocieron que «la principal limitación de la base de pruebas sigue siendo la imprecisión para algunas comparaciones y para los resultados de seguridad, debido al número relativamente pequeño de ECA que contribuyen, a menudo con bajas tasas de acontecimientos». Ya están en marcha otros ensayos clínicos para abordar estas lagunas.

El equipo de revisión examina las nuevas investigaciones cada mes y actualiza el análisis cuando se dispone de nuevas pruebas. Este enfoque pretende mantener informados a las autoridades sanitarias, los médicos y los responsables políticos con los datos más recientes sobre el vapeo y el abandono del tabaco.

Qué significa para los fumadores y los responsables políticos

Los resultados refuerzan el creciente consenso de que el vapeo puede ser una herramienta eficaz para los fumadores adultos que intentan dejar de fumar, siempre que los productos estén debidamente regulados.

Los organismos de salud pública del Reino Unido, Nueva Zelanda y otros países ya han citado revisiones Cochrane anteriores como pruebas clave que apoyan el uso de vaporizadores de nicotina como opción para reducir los daños.

Sin embargo, los expertos advierten de que el vapeo no está exento de riesgos y no deben iniciarlo los no fumadores, sobre todo los jóvenes. La revisión no abordó el uso por parte de los jóvenes ni las repercusiones a largo plazo sobre la salud, más allá del contexto del abandono del hábito de fumar.

Aun así, las pruebas marcan un claro cambio en el peso de la opinión científica. En un comunicado de prensa posterior a una revisión anterior, la autora principal, la Dra. Nicola Lindson, de la Universidad de Oxford, afirmó: «Los cigarrillos electrónicos no queman tabaco y, como tales, no exponen a los usuarios a la misma compleja mezcla de sustancias químicas que causan enfermedades en las personas que fuman cigarrillos convencionales.

«Los cigarrillos electrónicos no están exentos de riesgos, y no deberían utilizarlos las personas que no fuman o no corren riesgo de fumar. Sin embargo, las pruebas demuestran que los cigarrillos electrónicos con nicotina sólo conllevan una pequeña fracción del riesgo de fumar.»

En enero, el resumen Cochrane de sus pruebas decía: «Las personas tienen más probabilidades de dejar de fumar durante al menos seis meses utilizando cigarrillos electrónicos con nicotina que utilizando terapia de sustitución de nicotina (7 estudios, 2544 personas), o cigarrillos electrónicos sin nicotina (6 estudios, 1613 personas)».

Los autores de la última actualización también señalaron que «no detectaron pruebas de daños graves de los cigarrillos electrónicos de nicotina», aunque subrayaron que se necesitan estudios más largos y amplios para confirmar la seguridad a largo plazo.

La revisión fue financiada por Cancer Research UK.

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